sábado, 24 de diciembre de 2011

Sin Libertad y cómodo.

No sé qué cojones me has hecho
que me tienes en tus manos
para hacer lo que quieras, bueno
o peor aún, malo.
Cierto es que no puedo
ni un segundo no pensarte
ya eres más que mi credo,
ya eres un familiar
una persona de esas que
no pueden faltar.
Agnóstico de mí, sólo rezo
para abrazarte fuerte
para colmarte de besos.
Para estar ahí, a tu lado
para demostrarte
que todo lo que digo
no es para nada en vano.
Que salgo y no disfruto
que estoy sin estar,
porque tu me haces soñar,
volar,
amar.
Que te vas unos días
y me restan los mismos
a mi propia vida.
Que llegaste una noche,
de repente, como un sismo,
y me retorciste
me retuerces, me enlazas
me cambias más y más
cada vez que me abrazas.
Ya no soy libre, soy tuyo
pero me da igual.
Me siento bien estando así
porque significa que eres...
que eres mi imán,
significa que me enseñas
una vez más, a amar
y cómo no, eso me hace feliz.
Si no puedo parar de pensarte
es porque no puedo dejar de amarte.
Y si ésto me pasa,
es porque siento
que tu también me amas.

Marito.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Kaótica Grapadora Impertinente

¿Podrías explicar qué sienten un par de folios al ser grapados por un tercer elemento?
Es impresionante. Un par de manuscritos,textos, diferentes en palabras y anécdotas cuando lees, pero con una misma moraleja, se ven unidos por una grapa. Uno al otro, se complementarán a partir de ahora, unidos por una esquina, libres en el resto. Uno permite al otro expresarse con libertad, ser él mismo, transmitiéndole el calor dejando descansar sobre él. A veces, la esquinita se dobla y ellos mismos se tornan, complementándose.Se parecen y manejan sus formas y vida a su antojo. Son poco ordenados, pero atentos el uno con el otro. A veces, entre ellos, intercambian palabras, formando cada vez más un texto único. Una mutua de rimas rebuscadas en su justa medida. Escriben, intercambian, escuchan, sueñan, viven, viven en plenitud. A gusto.
Me siento como un folio manuscrito, unido a ti por esa fuerza que desconocía hasta ahora. Esa fuerza que hace que sienta que necesito leerte a cada minuto, para que me inspires sensaciones inigualables a cada segundo. A cada risa, a cada mirada, a cada sarcasmo, conversación o baño en alcohol que nos damos juntos. A cada bocanada de aire cannábico, cada suspiro. Cada mundo. Formamos un kaos perfecto, un ecosistema nuevo, que innovaremos de forma rutinaria todos los días. A cada paso que demos.
Le doy las gracias a esa kaótica grapadora impertinente, que llegó cuando yo menos merecía e hizo que de ahí escribiéramos este texto interminable de rimas, prosas, ilustraciones e incluso comidas y risas perfectas. ¿Qué más da? Al fin y al cabo, gracias a ella, nosotros podemos escribir, dibujar y hacer lo que nos de la gana para ser siempre igual de felices.
Marito.